Aprende. Ríe. Llora. Salta. Haz lo que quieras, pero nunca, NUNCA dejes de creer en ti, en la persona que eres, en las metas que puedes lograr. Porque, si no crees en ti mismo, ¿quien lo va a hacer por ti? ¡Nadie! Para que los demás crean en ti, tienes que creer primero tú. Tener seguridad en ti mismo, confianza. Quererte tal y como eres, pues nadie es perfecto, si, nadie lo es, pero si tú no te quieres, no esperes que luego te quiera nadie, y mucho menos, no te quejes. Y tampoco pienses que estas solo en este mundo, pues, las personas que te quieren, estarán contigo siempre, y te querrán por lo que eres. No intentes ser otra persona, ¡nunca lo hagas! Es lo peor que puedes hacer. Refúgiate en que, las personas que te quieren, te quieren tal y como eres. ¿Qué importa el resto? Que le jodan al resto, céntrate en lo que de verdad importa, en que las personas que te quieren, te quieren por lo que eres, y por lo que seguirás siendo, con tus defectos y virtudes. Y es lo que de verdad importa.